Entrevista en el diario murciano "La Opinión"
Firmada por Julia Albaladejo y con el título Pérez Cárceles recopila y traduce los versos que inspiraron a Mahler. El murciano publica por primera vez en castellano los ‘lieder’ que realizaron el compositor checo y su mujer
Enamorado de la música clásica y de la maestría de Schubert. el ingeniero murciano
Femando Pérez Cárceles empezó a traducir sus ‘lieder’ —lo que se entiende por una canción alemana de concierto de música clásica— cuando se hartó de buscar ‘como un desesperado’ las letras, los poemas en los que se basan. En el 2001 comenzó a traducirlos, y dice que después tuvo “la gran suerte” de que la editorial Hiperión aceptara publicar los tres volúmenes que ocuparon.
Ahora, la misma editorial acaba de publicar los lieder de Gustav y Alma Mahler; una obra en la que Pérez Cárceles ha traducido por primera vez al castellano los 16 lieder de Alma Mahler - "una prometedora compositora a la que su marido obligó, por carta, a abandonar la música"- y los más de 50 de Gustav Mahler. Además, el volumen se completa con otros textos de sinfonías e información de los compositores y los poetas.
La encargada de escribir el prólogo ha sido la soprano Teresa Berganza, “una persona extraordinaria y cercana”. “Se quedó encantada con el trabajo que había hecho con Schubert -explica el murciano- me dijo que era una maravilla y que le ponía la piel de gallina. Yo entonces le pedí que hiciera el prólogo de éste y un mes después, el día que firmé el contrato con la editorial, me mandó su maravIlloso texto... un lujo”.
Este amante de la música confiesa que ahora es “casi monotemático”, y "culpa" de su pasión por
los ‘lieder’ al instante en el que escuchó ‘Margarita en la rueca’, de Schubert, interpretado por la soprano Elisabeth Schwarzkopf. “En ese momento fue como si se hiciera la luz, sentí algo diferente e inexplicable”, recuerda, y lamenta que el ‘lied’ sea “la hermanita pobre de la música clásica”.
La calidad de estas composiciones es imposible ponerla en cuestión, y Pérez Cárceles lo argumenta con “la impresionante poesía alemana del Romanticismo, que sólo es comparable al Siglo de Oro español”, y con la calidad de los compositores de la época. Sin embargo, los ‘lieder’ son mucho menos conocidos que las sinfonías, por ejemplo, y el musicólogo murciano lo achaca en parte a los prejuicios de la gente. “Se programan muy poco, y en Murcia es imposible escucharlos, porque la gente piensa que un cantante con un piano es algo aburrido. Y en realidad produce una emoción incomparable. "A eso se une, además, la dificultad del idioma, y el hecho de que los ‘lieder’ requieren una técnica que no se aprende fácilmente en los conservatorios”.
Por eso mismo insiste Pérez Cárceles en reconocer la labor que realizan personas como la profesora y soprano Carmen Lorenzo, quien ha organizado para hoy —19 horas— una velada de ‘lieder’ en el Conservatorio de Cartagena.
Schubert quizá fue el compositor del ‘lied’ por excelencia, y Mahler, según explica Pérez Cárceles, “es quien produce un poco su deformación, El ‘lied’ es íntimo, perfecto para los salones, y Mahler lo llevó al teatro, a las grandes orquestas, algo que, bajo mi punto de vista, no es lo más apropiado”, Además de las traducciones de las composiciones de Schubert y Mahler, este musicólogo murciano también ha trasladado al castellano las obras de Wolf, Brahms y Schumann. ¿El próximo? “Ya he hecho a los grandes... ahora no sé, de momento estoy pensando”.
“Si uno encuentra un lied que le cautiva es como el primer beso"
Asegura Femando Pérez Cárceles que no es ninguna paradoja el haber realizado estos libros y no haber estudiado música, “Es que no hay que ser pintor para disfrutar en El Prado”, sentencia y demuestra su amor y su pasión por la música con una gráfica comparación: “Si uno encuentra un ‘lied’ que realmente le cautiva es como el primer beso”.
“Siempre me ha encantado ser un bicho raro”, asegura Pérez Cárceles, aunque pronto puntualiza que nunca ha sido “un revolucionario”. Su rareza viene dada más bien por su pasión por la música clásica y por los ‘lieder’. Desde pequeño recuerda que le apasionaba la música y se recuerda cantando mientras su tío, estudiante de piano, tocaba melodías de música ligera. "Tener el piano al lado me gustaba, y siempre acababa pidiéndole a mi tío que tocara El tercer hombre".
Su pasión por la cultura la lleva en los genes, ya que, según él mismo explica, sus padres hacían teatro de aficionados. “Mi padre también era portero del Teatro Romea, así que lo he mamado
desde pequeño, y yo también hice teatro como aficionado... de hecho fue así como conocí a mi mujer”.
A pesar de sus inquietudes culturales, Pérez Cárceles decidió estudiar Ingeniería y opositar a profesor de Matemáticas. “Las Matemáticas también me han gustado siempre, aunque las elegí porque pensé que la gente le tenía más miedo y que se presentaran menos personas a la oposición”, recuerda, y se muestra orgulloso de que los alumnos que tuvo le paren por la calle y le saluden.
Afirma con rotundidad este ingeniero murciano que no se arrepiente de su camino y de su vida
como docente aunque “siempre queda un gusanillo”; una inquietud cultural y musical que le ha
llevado, de momento, a publicar los dos libros que recopilan los ‘lieder’ de Schubert y el matrimonio Mahler.
Enamorado de la música clásica y de la maestría de Schubert. el ingeniero murciano
Femando Pérez Cárceles empezó a traducir sus ‘lieder’ —lo que se entiende por una canción alemana de concierto de música clásica— cuando se hartó de buscar ‘como un desesperado’ las letras, los poemas en los que se basan. En el 2001 comenzó a traducirlos, y dice que después tuvo “la gran suerte” de que la editorial Hiperión aceptara publicar los tres volúmenes que ocuparon.
Ahora, la misma editorial acaba de publicar los lieder de Gustav y Alma Mahler; una obra en la que Pérez Cárceles ha traducido por primera vez al castellano los 16 lieder de Alma Mahler - "una prometedora compositora a la que su marido obligó, por carta, a abandonar la música"- y los más de 50 de Gustav Mahler. Además, el volumen se completa con otros textos de sinfonías e información de los compositores y los poetas.
La encargada de escribir el prólogo ha sido la soprano Teresa Berganza, “una persona extraordinaria y cercana”. “Se quedó encantada con el trabajo que había hecho con Schubert -explica el murciano- me dijo que era una maravilla y que le ponía la piel de gallina. Yo entonces le pedí que hiciera el prólogo de éste y un mes después, el día que firmé el contrato con la editorial, me mandó su maravIlloso texto... un lujo”.
Este amante de la música confiesa que ahora es “casi monotemático”, y "culpa" de su pasión por
los ‘lieder’ al instante en el que escuchó ‘Margarita en la rueca’, de Schubert, interpretado por la soprano Elisabeth Schwarzkopf. “En ese momento fue como si se hiciera la luz, sentí algo diferente e inexplicable”, recuerda, y lamenta que el ‘lied’ sea “la hermanita pobre de la música clásica”.
La calidad de estas composiciones es imposible ponerla en cuestión, y Pérez Cárceles lo argumenta con “la impresionante poesía alemana del Romanticismo, que sólo es comparable al Siglo de Oro español”, y con la calidad de los compositores de la época. Sin embargo, los ‘lieder’ son mucho menos conocidos que las sinfonías, por ejemplo, y el musicólogo murciano lo achaca en parte a los prejuicios de la gente. “Se programan muy poco, y en Murcia es imposible escucharlos, porque la gente piensa que un cantante con un piano es algo aburrido. Y en realidad produce una emoción incomparable. "A eso se une, además, la dificultad del idioma, y el hecho de que los ‘lieder’ requieren una técnica que no se aprende fácilmente en los conservatorios”.
Por eso mismo insiste Pérez Cárceles en reconocer la labor que realizan personas como la profesora y soprano Carmen Lorenzo, quien ha organizado para hoy —19 horas— una velada de ‘lieder’ en el Conservatorio de Cartagena.
Schubert quizá fue el compositor del ‘lied’ por excelencia, y Mahler, según explica Pérez Cárceles, “es quien produce un poco su deformación, El ‘lied’ es íntimo, perfecto para los salones, y Mahler lo llevó al teatro, a las grandes orquestas, algo que, bajo mi punto de vista, no es lo más apropiado”, Además de las traducciones de las composiciones de Schubert y Mahler, este musicólogo murciano también ha trasladado al castellano las obras de Wolf, Brahms y Schumann. ¿El próximo? “Ya he hecho a los grandes... ahora no sé, de momento estoy pensando”.
“Si uno encuentra un lied que le cautiva es como el primer beso"
Asegura Femando Pérez Cárceles que no es ninguna paradoja el haber realizado estos libros y no haber estudiado música, “Es que no hay que ser pintor para disfrutar en El Prado”, sentencia y demuestra su amor y su pasión por la música con una gráfica comparación: “Si uno encuentra un ‘lied’ que realmente le cautiva es como el primer beso”.
“Siempre me ha encantado ser un bicho raro”, asegura Pérez Cárceles, aunque pronto puntualiza que nunca ha sido “un revolucionario”. Su rareza viene dada más bien por su pasión por la música clásica y por los ‘lieder’. Desde pequeño recuerda que le apasionaba la música y se recuerda cantando mientras su tío, estudiante de piano, tocaba melodías de música ligera. "Tener el piano al lado me gustaba, y siempre acababa pidiéndole a mi tío que tocara El tercer hombre".
Su pasión por la cultura la lleva en los genes, ya que, según él mismo explica, sus padres hacían teatro de aficionados. “Mi padre también era portero del Teatro Romea, así que lo he mamado
desde pequeño, y yo también hice teatro como aficionado... de hecho fue así como conocí a mi mujer”.
A pesar de sus inquietudes culturales, Pérez Cárceles decidió estudiar Ingeniería y opositar a profesor de Matemáticas. “Las Matemáticas también me han gustado siempre, aunque las elegí porque pensé que la gente le tenía más miedo y que se presentaran menos personas a la oposición”, recuerda, y se muestra orgulloso de que los alumnos que tuvo le paren por la calle y le saluden.
Afirma con rotundidad este ingeniero murciano que no se arrepiente de su camino y de su vida
como docente aunque “siempre queda un gusanillo”; una inquietud cultural y musical que le ha
llevado, de momento, a publicar los dos libros que recopilan los ‘lieder’ de Schubert y el matrimonio Mahler.